Error
común... con la coma del vocativo (Facebook) (24.05.2020)
⭐No usar la coma del vocativo⭐
(Su
uso es obligatorio).
La ausencia de la coma del vocativo es lo que más delata el poco esmero que tienen muchos a la hora de escribir.
Para
decirlo de otro modo, quienes se brincan la coma del vocativo —práctica cada
vez más frecuente porque en los medios sociales la gente suele escribir como
habla, con todos los riesgos que esto implica—, revelan su poca preparación
para expresarse clara y precisamente por medio de la palabra escrita. Son los
que dependen de "entendidos previos", "chistes privados" y
emoticonos para hacer el trabajo que, idealmente, deberían realizar nuestras
palabras, con el auxilio certero de los signos de puntuación, cuyo empleo hemos
refinado a lo largo de más de mil años.
El
vocativo originalmente era un caso gramatical (en latín, griego, etcétera), el
que se usaba para dar a entender al lector que un nombre propio representaba a
una persona a la cual alguien se dirigía en voz alta o por escrito. (También
podía ser una institución, un dios o, incluso, un concepto abstracto:
"Modernidad, ¿yo qué te hice?").
_________________________
✓ El siguiente párrafo es solo para los que gustan
de la gramática. Si te da pereza, brinca al párrafo donde están las dos
palomitas (✓✓)
En
los idiomas que utilizaban casos, esto se lograba mediante
"terminaciones", "desinencias" o "marcas" que se
ponían al final de la palabra, después de la raíz. En castellano solo nos
quedan algunos rastros de estas marcas en los pronombres: el "yo"
cambia a "mí" y "me" cuando no es sujeto (para el cual se
empleaba el caso "nominativo"), por ejemplo: "Yo [sigue siendo
YO, porque es sujeto] siempre estoy contento cuando ME pongo la piyama".
(No se puede decir "cuando pongo a YO mi piyama", pero el pronombre
ME representa al YO de la oración. "ME" es pronombre reflexivo aquí
("dativo" o de "complemento indirecto"), pero también puede
ser "acusativo", de "complemento directo" ("ME
ven", y no "Ven a YO"). Los pronombres de complemento directo en
tercera persona son "lo, la, los, las". "Conmigo",
"contigo" y "consigo" son otros ejemplos de los rastros de
este sistema ("Vas CONMIGO", no "Vas con YO"). Algo
parecido sucede con "le" y "les" —que responden a
"él", "ella" y sus plurales— cuando son pronombres de
complemento indirecto. "Ti", "te" y "os" también
son pronombres, de segunda persona, que se "declinan" según su
"caso". Y otro tanto puede afirmarse de "se" cuando se
emplea la doble sustitución, en lugar de "le", "les":
"Se lo dije". (Véase el "Error común número 51").
_________________________
✓✓ En el castellano moderno no hay rastro morfológico
alguno del caso vocativo. Lo que sí usamos para indicar que nos dirigimos a
alguien directamente es la coma que colocamos antes de su nombre propio, título
o apodo. También puede ser antes de la palabra o frase equivalente que se
emplea como si fuera nombre, apodo o título. Sin este nombre, título, apodo o
frase equivalente, no hay vocativo. La coma es esencial porque, de otra manera,
podría entenderse que la persona aludida realiza la acción del verbo.
☞ Ejemplos del uso de la coma con el vocativo:
•
Leopoldo, come tu crema de espárragos.
•
Come tu crema de espárragos, Leopoldo.
•
Come, Leopoldo, tu crema de espárragos.
Como
puede apreciarse, si el nombre va al principio, colocamos una coma después; si
va al final, colocamos una coma antes; si va en medio, colocamos una coma antes
y otra después.
Si
no empleamos la coma del vocativo, el sentido cambia por completo, pues se
entiende que lo que antes había sido el elemento vocativo ahora realiza la
acción del verbo:
•
Leopoldo come tu crema de espárragos.
•
Come tu crema de espárragos Leopoldo.
•
Come Leopoldo tu crema de espárragos.
Aquí
no decimos a Leopoldo que coma su crema de espárragos, sino que informamos a
alguien más que Leopoldo, sin permiso alguno, está comiendo la crema de
espárragos destinada originalmente a la persona con la cual estábamos hablando
(la segunda persona que denota el posesivo "tu" en "TU crema de
espárragos).
Como
se decía, la coma del vocativo también funciona con apodos, títulos y frases o
palabras equivalentes:
☞ apodos:
•
Oye, Poncho, esta canción de Norah Jones.
•
No estés molestando, Chato.
☞ títulos:
•
¡No me diga, licenciado!
•
Qué espléndido, doctor.
☞ frase o palabras equivalentes:
•
¿Me estás oyendo, inútil?
•
Este, pedazo de idiota, no es aceptable.
En
varios de estos casos (no todos) el sentido cambia radicalmente sin las comas
del caso. En los otros, solo se enturbia el sentido, se vuelve confuso:
☛ Se cambia el sentido totalmente:
•
Oye Poncho esta canción de Norah Jones.
•
¡No me diga licenciado!
•
Qué espléndido doctor.
•
Este pedazo de idiota no es aceptable.
☛ En los otros casos el sentido gramatical es
confuso, turbio:
ⓧNo estés molestando Chato.
(Falta la "a" personal. ¿Le están molestando a Chato, o alguien le
está hablando a Chato?).
ⓧ¿Me estás oyendo inútil?
(Como que "inútil" intenta fungir como adverbio: "¿Me estás
oyendo inútilmente?". También podría entenderse que tiene valor adjetivo,
"como si fuera inútil": "¿Me estás oyendo [como si yo fuera]
inútil?". Ninguno de estos casos tiene sentido y la falta de la coma del
vocativo solo provoca confusión en el lector.
En
resumen: si en un escrito alguien se dirige a otra persona (institución o
incluso concepto abstracto) utilizando su nombre, apodo, título o equivalente,
debemos aislar este elemento en vocativo (o, simplemente, "el
vocativo") mediante una o dos comas según su colocación dentro de la
proposición:
•
Es importante recordar todos los detalles, MAESTRO.
•
MAESTRO, es importante recordar todos los detalles.
•Es
importante recordar, MAESTRO, todos los detalles.
Gracias
por estar.
cordial
saludo.
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