La
coma que separa el vocativo (Facebook) (24.05.2020)
El desconocimiento del vocativo es tal que parece amenazada la existencia misma de la coma que lo indica. Es el receptor (o receptores) del mensaje de una oración; como no forma parte de esta, se lo incluye, pero siempre entre comas.
El
vocativo sólo se emplea en la segunda persona. Recuerde usted que en la primera
persona figuran yo y nosotros. La usamos a título personal, en singular (yo) o
plural (nosotros, nosotras). Conjugamos nuestros verbos en tercera persona (el,
ella, ellos, ellas) cuando la acción es ejercida por cualquier persona, animal
o entidad abstracta que no seamos nosotros o las personas con las cuales
estamos hablando. Esta última instancia se reserva para la segunda persona (tú,
vos, usted, vosotros, ustedes). Si usted se fija, la segunda persona sólo se
emplea cuando nos dirigimos a alguien:
“¿Qué
quieres [tú] de cenar?”.
“¿Qué
querés [vos] de cenar?”.
“¿Qué
quiere [usted] de cenar?”.
“¿Qué
quieren [ustedes] de cenar?”.
¿Dónde
está el vocativo, pues? ¡Paciencia! Todavía no está, por lo menos no está en
los ejemplos citados. Sólo existe vocativo cuando en lugar del pronombre
incluimos el nombre propio, apodo, título o algún equivalente. Y la regla que
aplicamos es harto sencilla: el vocativo (el nombre, apodo, título, etcétera)
debe separarse del resto de la oración con una o dos comas, según su posición.
Entonces, si incluimos el nombre del invitado a cenar, debemos separarlo del
resto de la oración:
¿Rosa
María, qué quieres de cenar?
¿Qué
quieres de cenar, Rosa Maria?
¿Qué
quieres, Rosa María, de cenar?
Hay
que fijarse en que el tercer ejemplo merece dos comas porque el nombre propio
está en medio de la oración.
Como
decíamos antes, en lugar del nombre puede ir un título, un apodo o algún
equivalente. Aquí hay ejemplos con títulos y apodos:
Aquí
está su portafolios, licenciado.
Mire,
doctor, aún no ha llegado la vacuna.
¡Habla
bien, Tartamudo!
Tuerquitas,
pásame el desarmador.
Y
luego están los famosos equivalentes:
¿Me
estás oyendo, inútil?
¡Óyeme,
baboso, no me toques ahí!
Hermano
mío, dame tu voto este 4 de noviembre…
¡Cangrejeros,
al grito de guerra!
¿A
qué le tiras cuando sueñas, boricua?
Después
de esta explicación ¿se ha dado cuenta usted, estimado lector, de cómo debió
puntuarse el encabezado que vimos al principio de esta entrada? Creo que sí:
“¿Ahora, qué eres, papá?”. Menos mal que le está hablando a su papá en lugar de
andar cuestionando su paternidad… ¡El vocativo sí es importante!
Es
el receptor (o receptores) del mensaje de una oración; como no forma parte de
esta, se lo incluye, pero siempre entre comas.
1.-
María, haz el favor de enviar este fax a Héctor. (bien)
*María
haz el favor de enviar este fax a Héctor. (mal)
Si
los quitamos, la oración seguiría siendo la misma: “Haz el favor de enviar este
fax a Héctor”
Los
vocativos se usan en diálogos, discursos, saludos, etc.
2.
Hola, Sofía, por favor resuelve mi duda. (bien)
*Hola
Sofía por favor resuelve mi duda. (mal)
3.
Estimados amigos, nos hemos reunido hoy para… (bien)
*Estimados
amigos nos hemos reunido hoy para… (mal)
4.
Ustedes saben, valerosos soldados, cómo se ama a la patria. (bien)
*Ustedes
saben valerosos soldados cómo se ama a la patria. (mal)
Pero
hay un detalle, nunca se usa coma con los pronombres tú o usted:
5.
Pero tú sabes que soy sincero. (bien)
*Pero,
tú, sabes que soy sincero. (mal)
6.
Aunque usted no lo crea. (bien)
*Aunque,
usted, no lo crea. (mal)
https://www.salonhogar.net/Salones/Espanol/1-3/vocativo.htm
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