¿Para qué ha servido la reforma laboral? (27.05.2020)
• ISABEL MUNERA • Madrid ACTUALIZADO 01/11/201503:20
Rajoy termina la legislatura con más de cinco millones de parados y 18 millones de ocupados, una cifra esta última que aún está lejos de los niveles anteriores a la crisis, cuando se superaban los 20 millones. Pese a que las estadísticas todavía no invitan a lanzar las campanas al vuelo, el Gobierno se muestra muy satisfecho con lo conseguido. Recuerdan que sólo en el último año se han creado 545.000 puestos de trabajo y hay 576.900 parados menos.
Para
la ministra de Empleo, la reforma laboral aprobada en 2012 ha sido clave para
explicar ese cambio de tendencia. Pero, ¿en qué medida ha ayudado a dinamizar
el mercado laboral?
¿Ha
sido útil para crear empleo?
Para
Jaume Gurt, director de Infojobs, uno de los portales de empleo más conocidos
de España, "la reforma laboral no se concibió para crear empleo sino para
agilizar y flexibilizar las condiciones de trabajo".
Desde
CEOE consideran que la norma "ha permitido poder salir mejor de la crisis gracias
a la flexibilidad que ha otorgado, permitiendo a las empresas que tenían que
adoptar medidas traumáticas que se pudieran adaptar mejor a las necesidades que
tenían". Sin embargo, su director del departamento de Relaciones
Laborales, Jordi García Viña, recuerda que "el empleo lo crea la propia
economía, no las leyes".
Los
sindicatos se muestran mucho más escépticos. "La reforma laboral ha
servido para crear empleo temporal y precario a costa de destruir puestos de
trabajo indefinidos y a jornada completa", subraya Sara García de las
Heras, secretaria de Acción Sindical e Igualdad de USO.
Además,
"ha facilitado el despido abaratándolo", añade Toni Ferrer, número
dos de UGT a nivel estatal.
"El
empleo creado en el último año es de peor calidad como resultado precisamente
de la reforma: el 67% es temporal y algo más de la mitad del empleo creado en
el sector privado se localiza en actividades de bajo valor añadido
(agricultura, construcción, comercio y hostelería)", explica Ramón Górriz,
secretario de Acción Sindical de CCOO.
Para
el economista Juan Ramón Rallo, por el contrario, "la reforma laboral ha
servido para aligerar el coste de la reestructuración de la economía española,
especialmente entre las pymes. En su ausencia, los costes de estos despidos
habrían sido mucho mayores y esto habría descapitalizado todavía más a las
empresas generando nuevas olas de despidos", asegura.
La
catedrática de la Universidad del País Vasco y colaboradora de Fedea Sara de la
Rica explica que "una reforma laboral no crea ni destruye empleo por sí
misma". "El empleo", recuerda, "se crea o se destruye como
consecuencia de cambios en la actividad económica". "Lo que sí es
cierto", precisa, "es que con la reforma han aumentado las medidas de
flexibilidad interna (ajustes de salarios y/o horas trabajadas) y externa
(disminución de costes de despido). Y aunque las primeras han sido utilizadas
relativamente poco; las segundas sí que han facilitado el despido". Para
De la Rica, la reforma ha sido un absoluto "fracaso" en lo que
respecta a disminuir la contratación temporal. "Ahora que estamos saliendo
de la recesión, prácticamente sólo se contrata bajo la modalidad
temporal", sentencia.
Menos
crítico se muestra el presidente de Sagardoy Abogados, Iñigo Sagardoy, que
asesoró al Gobierno sobre esta norma. A su juicio, "la reforma ha
propiciado un modelo de relaciones laborales más flexible que ha parado la
destrucción del empleo. Ahora con un crecimiento relativamente pequeño estamos
viendo buenas tasas de empleo, un suceso inédito en nuestra historia económica
reciente", sostiene.
Para
el abogado David Aceves, socio de Labor10, pese a contener "medidas que
han contribuido a reducir el número de despidos favoreciendo la movilidad
dentro de la empresa o la flexibilización de las condiciones de trabajo, la
reforma tiene carencias, sobre todo, en la regulación de los despidos
colectivos. La situación hoy es de una total inseguridad para empresarios y
trabajadores a la hora de afrontar estos procedimientos", subraya.
A
juicio de García de las Heras, de USO, "la judicialización de las
relaciones laborales" es una de las consecuencias más perniciosas de las
reformas. "Los sindicatos nos hemos visto obligados a reivindicar a golpe
de demanda", denuncia.
Protección
del trabajador
Para
la catedrática Sara de la Rica, "la reforma laboral ha dejado más
desprotegido al trabajador, teniendo que aceptar condiciones menos
favorables" como salarios más bajos, aunque matiza, "quizá necesarias
en contextos tan adversos".
Desde
el punto de vista de Juan Ramón Rallo, no sólo los trabajadores lo han pasado
mal, "las empresas tampoco lo han pasado nada bien durante la
crisis". "La idea de que los beneficios empresariales están en su
mejor momento gracias a la reforma laboral es del todo errónea", asegura.
Los
sindicatos no lo ven de este modo. "Los salarios se han devaluado más de
siete puntos desde 2011. Además, se ha producido un empeoramiento general de
las condiciones de trabajo. Ha aumentado el poder de las empresas y la
indefensión de los trabajadores", denuncia Toni Ferrer, secretario de
Acción Sindical de UGT.
"Muchas
empresas con beneficios han aprovechado la reforma para despedir o recortar
salarios", añade Górriz, de CCOO. "El objetivo de la reforma, pese a
lo que diga el Gobierno, ha sido incrementar la rentabilidad del capital, no
mediante la promoción de una economía más productiva que generase más valor,
sino achicándola, recortándola y dificultando la participación de los
trabajadores en la renta que generan las empresas".
Negociación
colectiva
Otro
punto controvertido en la reforma laboral ha sido el relativo a la negociación
colectiva. Los sindicatos denuncian que se ha debilitado. "Se ha
desequilibrado a favor de los empresarios", afirma Ferrer. Una valoración
en la que coinciden CCOO y USO. "Se facilita la desaparición de los
convenios colectivos y se hace prevalecer el convenio de empresa sobre el del
sector", señala Górriz. "La reforma laboral mediante la facilitación
y la ampliación del descuelgue y la limitación de la ultraactividad ha atacado
una de las bases fundamentales de la negociación colectiva: la fuerza vinculante
de los convenios", denuncia De las Heras.
Para
el economista Juan Ramón Rallo, "la negociación colectiva sectorial o
provincial es un mecanismo de relaciones laborales con muchos más efectos
negativos que positivos. La reforma laboral, con buen criterio, intenta
debilitar este tipo de negociación colectiva, potenciando la negociación
colectiva de empresa", añade convencido.
"Se
trata de un cambio de estructura para dotarla de mayor agilidad", sostiene
Sagardoy. "No se trata de desproteger a los trabajadores (porque el
convenio colectivo sigue teniendo fuerza normativa y eficacia general) sino de
crear una nueva dinámica en la negociación con mayor innovación"
http://www.elmundo.es/economia/2015/11/01/56325101ca4741e31c8b4659.html
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