Del
Val: Camareros, recepcionistas, kellis, botones…, búsquense otro trabajo
(17.05.2020)
Luis
del Val Colaborador 3 may 2020
Hace
pocas semanas, una ministra, con ese desparpajo e irresponsabilidad
que caracteriza a las adolescentas, sentenció a los coches movidos por diésel, y declaró que tenían los días contados. Mano de diablo: la venta de automóviles diésel cayó en picado, se intentó neutralizarla con una campaña de publicidad, pero el poder destructor de las adolescentas es casi imposible de parar.
que caracteriza a las adolescentas, sentenció a los coches movidos por diésel, y declaró que tenían los días contados. Mano de diablo: la venta de automóviles diésel cayó en picado, se intentó neutralizarla con una campaña de publicidad, pero el poder destructor de las adolescentas es casi imposible de parar.
Ese
mismo hachazo lo asestó, ayer, el Gobierno al sector del turismo. Mientras en
la Unión Europea se está hablando de pasillos turísticos, y se está pendiente
de una reunión con el sector para establecer una normativa segura entre los
europeos que quieran pasar sus vacaciones en otro país de la Unión, el Gobierno
decreta que cada turista que venga deberá pasar una cuarentena de catorce días.
Y esa noticia aparece en el Daily Telegraph y el Financial Times, de Reino
Unido; y en Le Monde, de Francia; y en el Frankfurter Allgemeine Zeitung y el
Bild, de Alemania; y en Il Corriere de la Sera de Italia, y se difunde por las
televisiones y emisoras de radio, y, como en las noticias nadie atiende si eso
es con alarma o sin alarma, la alarma ya ha sonado y británicos, franceses,
alemanes e italianos, estarán hoy acudiendo a las agencias de viaje para pasar
quince días en Canarias o en Marbella, sin salir de la habitación del hotel.
Desde luego no había una forma más dañina y perjudicial para cargarse la
temporada de verano. Este mismo Gobierno tan exigente es el mismo que estaba
cuando, hasta no hace mucho, como ha recordado Joaquín Leguina, dejaba entrar a
los pasajeros de 250 aviones diarios, o sea, una media de 60.000 personas, sin
que a nadie se le mirara, aunque viniera con pústulas sanguinolentas por todo
el rostro.
Camareros,
recepcionistas, kellis, botones, cocineros, gobernantas, directores de hotel,
busquénse otro trabajo, porque les han condenado al ERTE. Sí, luego,
rectificarán, pero es ahora el momento en que las familias comienzan a
planificar sus vacaciones y España no va a ser el destino preferido. Eso afecta
a dos millones y medio de puestos de trabajo. Nada más. Bueno, no afectará a
todos, pero si usted es uno del millón largo que va a sufrir el paro de larga
duración, necesitará mucha suerte.
Este
hachazo podría tener la defensa de la salud colectiva. Pero cuando el disparate
alcanza niveles de tontería contemporánea cum laude, es cuando se prohíben las
rebajas. Pero vamos a ver ¿el corona virus se enfada si me compro unos
pantalones rebajados? ¿Esto, lo ha decidido el ku kush clan de los expertos
secretos del Gobierno, ha sido una decisión del desaparecido ministro de
Consumo o hay alguna adolescenta sin clasificar? Vamos a ver: el estado de
alarma permite reglar la distancia entre personas, y la capacidad de aforo de
los comercios, pero no faculta para regular los precios. ¿Cuál será la próxima?
¿Qué los precios de oferta vengan en números pequeñitos? ¿Nacionalizar las
mercerías? Señor comerciante: queda usted detenido por rebajar los precios. Si
no fuera porque estamos asistiendo a la ruina del país, sería argumento para
una sátira. Y nos reíamos cuando multaban a los comerciantes en Cataluña por
rotular en castellano. Sus socios de investidura son todavía peor que los
secesionistas, e igual de déspotas.
https://www.cope.es/programas/herrera-en-cope/la-fotografia-de-luis-del-val/audios/del-val-camareros-recepcionistas-kellis-botones-busquense-otro-trabajo-20200513_1103327
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