Pero
la rebeldía no es un gesto altisonante. No es un grito, no es un insulto,
no es una pedrada, no es una mala contestación, es mucho más profundo.
no es una pedrada, no es una mala contestación, es mucho más profundo.
La
rebeldía es un grito de la inteligencia y de la voluntad que dice, y lo voy a
decir en román paladino: ¡no me da la gana de decirle que sí a esta actual
situación! -¿Por qué? - ¡Porque no quiero y me niego a decirle que sí! Porque
entiendo que puede haber otra situación y por tanto yo no asumo esta podredumbre
y no participo en ella y lucho contra ella.
Y
esta actitud es una actitud intelectual, y cuando digo intelectual no quiero
hablar de universitario, [hablo] de la mente de cualquier ser humano.
Es
un posicionamiento que nace de la mente y del corazón, del fuego del querer
cambiar. Esta es la rebeldía fundamental.
Lo
otro son voces, son chillidos, son insultos, son graznidos. - ¡Dale caña! -
Circo romano. ¡No, no! La rebeldía no es ni más ni menos que el posicionamiento
con otros valores y la decisión de hacerles frente.
Rebeldía
para decir que no aceptamos que la "Competitividad y el Mercado" sean
los que rijan los destinos de las sociedades.
Que
entendemos que hay una declaración universal de derechos humanos que tiene que
cumplirse y que eso significa sociedad de pleno empleo, donde el hombre y la
mujer sean exactamente iguales, donde no haya marginados y que costará mucho
tiempo y mucho sacrificio, pero es hermoso luchar. ¡Incluso morir por eso!
Porque
morir tenemos que morir, muramos por lo menos luchando por un ideal noble y no
consumiéndonos como un brasero.
"Julio
Anguita."
No hay comentarios:
Publicar un comentario