Almanaque
Charlot 1924
Me
siento trágico,
me
siento lóbrego,
me
siento lúgubre
y
hasta inferna;
me
siento impávido,
me
siento extático
y,
al fin, me siento
a
trabajar,
Porque
la crítica
que
el año inspírame
es
triste y hórrida
como
el carbón,
y
siento escrúpulos
de
hablar del pésimo
año
que el cielo
nos
deparó.
Año
estrambótico
de
horribles crímenes
y
atracos múltiples
y
robos fue ...
¿Por
qué mi péñola,
benigna
y mística,
ha
de nombrarte?
Dime,
¿por qué?
Ni
fuiste armónico,
ni
fuiste plácido,
ni
fuiste próspero,
ni
original...
Fuiste
monótono,
soso
y apático...
Fuiste,
tan sólo
un
año más.
Ni
los políticos
con
sus dictámenes
en
ti, ¡galápago!
lograron
na
y,
hasta la homérica
guerra
de África,
sigue,
como antes,
bastante
mal.
En
tan maléfico
reinado
hiciéronse
cambios
insólitos
de
personal.
Hombres
enérgicos
que
al Moro fuéronse
y
que cansáronse...
de
pasear.
Si
yo nombrárate
los
mil desórdenes
que
tu alma cándida
nos
endosó,
corriendo,
al éter,
ante
el ridículo,
te
irías antes
de
acabar yo.
Y
eso que omítote
las
huelgas célebres
y
atracos monstruos
por
compasión...
Pues,
¿y los bárbaros
temblores
sísmicos
de
negros cráteres
en
erupción?...
Fuiste
un insípido,
fuiste
un letárgico...
¿Por
qué, granzángano,
naciste
así?
Corriendo
márchate
a
tu antro anónimo
donde
no vea
sombra
de ti.
dice
solícito
que
ya las doce
van
a sonar,
y,
doce vástagos
Más,
mi cronómetro,
de
parra fértil,
en
este instante
voy
a embaular.
Y,
si a mi estómago
hago
esta dádiva,
que
en esta témpora
muy
cara está,
lo
hago creyéndome
que,
el año próximo,
si
como uvas
mejor
será.
Si
equivocárame
y
fuese pérfido
el
año incógnito
que
va a venir,
con
este mágico
Almanaque
cómico,
¿quién
está triste?
¡Reíd,
reíd! . . .
Charlot
No hay comentarios:
Publicar un comentario