La
cultura. Todo lo que hay que saber - Fietrich Schwanitz
La
literatura se presenta en dos formas, verso y prosa; además hay tres
géneros literarios: la poesía, el teatro y el relato.
géneros literarios: la poesía, el teatro y el relato.
El
verso empezó dominando en los tres géneros: la Iliada es un relato en verso,
exactamente igual que el Cantar de los Nibelungos. En los tiempos en los que
las historias no se leían en los libros, sino que eran transmitidas oralmente
(del latín tradere: tradición), el verso contribuía a fortalecer la memoria.
Incluso una balada, que a la gente de épocas pasadas tanto le gustaba aprender
de memoria, es un pequeño relato en verso.
Con
la invención de la imprenta, el verso se desligó del relato* y quedó limitado
al teatro y a la poesía, ya que los relatos empezaron a escribirse en prosa.
Finalmente, en el siglo XX, el teatro también abandonó el verso. En la época
premoderna —y en la literatura prerromántica (antes de 1770)—, los géneros
literarios, el tema y el estilo dependían de la posición social de sus
protagonistas.
1.
Los dioses y los héroes pertenecían a la esfera de lo maravilloso y de lo
sobrenatural. Su género era la épica. El principio de construcción de la trama
era la aventura (Hércules, Ulises, Cristo, los caballeros andantes), y el
estilo era elevado.
2.
Los reyes y los aristócratas eran ciertamente hombres extraordinarios, pero
estaban sometidos a las leyes de la sociedad y de la naturaleza; cuando lo
olvidaban, incurrían en hybris (desmesura, arrogancia) y tenían que pagar por
ello. El género típico de este tema era la tragedia. Asimismo, sólo un gran
aristócrata podía vivir una gran pasión. Hasta el siglo XVlll, si un burgués
hubiera pretendido amar tan apasionadamente como un aristócrata, hubiera
resultado tan ridículo como si se hubiera hecho acompañar por pajes. Las vidas
elevadas y moralmente interesantes estaban reservadas para los aristócratas,
pues sólo ellos eran libres, podían llevar armas y retarse en duelo, y sólo
ellos tenían eso que se llamaba honor.
3.
El estilo realista era el apropiado cuando la historia giraba en torno a los
burgueses y al pueblo llano. Era un estilo prosaico y, naturalmente, se servía
de la prosa. Originariamente sus géneros eran cómicos: la novela picaresca, el
saínete y la comedia. Este estilo intermedio se convertiría en el siglo XVIII,
pero sobre todo en el romanticismo, en la forma de expresión más propia del
género burgués y más importante de la literatura moderna: la novela realista.
4.
La sátira servía para representar a rufianes, monstruos, criminales y canallas,
así como situaciones infernales y ridículas. Su estilo era grotesco. Desde el
punto de vista del género, la sátira estaba relacionada con la épica, es decir,
no era realista, y subrayaba lo aberrante, lo abyecto, lo vulgar y lo feo, y
por lo tanto también la falta de dignidad del cuerpo, las excreciones, la
suciedad, la sexualidad y todo aquello que la vergüenza tenía a bien ocultar.
Expresaba las transgresiones del orden moral de la sociedad mediante la
descomposición de las formas bellas. Por eso se convirtió en el estilo
dominante de la literatura moderna del siglo XX que subraya la alienación, el
aislamiento y el dolor del cuerpo torturado. Esto es lo que vuelve a la
literatura moderna tan deprimente.
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