Muere
un eminente cardiólogo y sus amigos y familiares deciden hacerle un
grandioso y pomposo funeral.
grandioso y pomposo funeral.
En
medio de la Iglesia y detrás del ataúd se encontraba un gigantesco corazón todo
cubierto de flores.
Terminado
el servicio fúnebre y leída la elogia, el corazón se abre en dos y el ataúd al
son de una hermosa música se desliza suavemente dentro del corazón.
Una
vez adentro, las dos puertas se cierran y el ataúd desaparece de la vista de
los presentes, encerrado para toda la eternidad en el hermoso corazón.
En
ese momento se oye la risa de uno de los amigos del difunto.
Todo
el mundo se da vuelta para mirarlo y el señor se disculpa diciendo:
—Lo
siento mucho..., estaba pensando en mi propio funeral…….. Soy ginecólogo.
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