Estaba
yo a la sazón con unos amigos jugando al bingo, siempre albergando la esperanza
de obtener unos pingues beneficios. Cuando héteme aquí que uno de ellos,
llamado Ricardo Alejo, dice:
—¡Bingo!
Total,
le pagan doscientas mil pesetas. Seguimos juagando, él se envalentona, canta
una línea. ¿Qué pasa? Que entre bromas y veras seguimos jugando y ya llevábamos
ganadas más de un millón de jaculatorias. Cuando de pronto se abren las puertas
y aparece un hombre de edad terciada, que va y dice:
—¡Este
dinero es mío! ¡Fuera! ¡Este dinero es mío! Soy Solchaga.
Y
va y se lleva todo el dinero que habíamos ganado.
—¿Cuál
es el timo?, dirán ustedes.
Pues
que el que se hacía pasar por Solchaga no era Solchaga, sino que la final
resultó que se llamaba Borrel
(01
de marzo de 1989)
Luis
Sánchez Polack "Tip"
Libro:
Santos varones
No hay comentarios:
Publicar un comentario