María
José Lasa Palacios
Estoy
sosañando. (Se toca los ojos, el rostro) Sí, tan sólo es un sueño. Estoy
despierta: ¡es real, es cierto! Tengo frío, mucho frío. Tiemblo y no quiero
temblar. (Se arropa con un chal.) Me han olvidado, ya no existo para ellos.
(Se
dirige a la vela encendida)
No
te extingas. ¡Tú, mi única amiga! Alumbra esta bóveda sin estrellas. No dejes
que me engullan las sombras. Te agitas con mis leves susurros, ¡háblame! Tú, mi
pequeño sol en este oscuro universo sin horizontes ni lunas que lloran. No
proyectes mi sombra ondulante en este cielo de basalto que a cada instante me
aplaste.
(Se
levanta, tira el chal y dirige las manos a su sombra)
Miedo,
miedo, temor de mí, de mi propia sombra. ¿Acaso soy yo? No me reconozco.
(Llora) No puedo parar el tiempo y él se va llevándose mis recuerdos. Yo no soy
dueña de mi razón. Preguntas y contradicciones que, como un mapa invertido, me
dais a cada instante una nueva concepción del mundo atormentado mi alma
dolorida. ¡Dios mío, se extingue la luz! No, no quiero ser engullida por ese
oscuro océano de las sombras.
(Se
apaga la vela. El escenario queda en tinieblas. Sólo ve moverse la sombra del
protagonista)
Vio
sombras deformes sobre un fondo blanco azucarado. Loca, ¿acaso estoy loca? ¡Oh
locura, continuamente me persigues! Me siento amenazada: ¿es que quieres
devorarme?
No
pensar. No pensar. ¡Quiero morirme aquí, ahora! (Gesticula con los brazos
levantados.) Y decidme: oscuridad, tinieblas ¿adónde os habéis llevado mis
lamentos? Responded, habladme.
(Deambula
por el escenario en círculos.)
Tengo
frío. Mis huesos sin sol se quiebran. Mi cuerpo sin amor se extingue. Ya no me
queda aliento.
(Se
sienta de nuevo y se arropa con el chal. Se coge las rodillas y dobla la cabeza
hacia ellas.)
¿Para
qué seguir viviendo en este espacio, con este tiempo? Tan sólo me queda el
sufrimiento y este continuo silencio. El pasado ya se fue, el presente se
esfuma y ¿el futuro?
Mi
futuro es un sueño con un paisaje solitario y yermo y, al final del camino,
como único compañero, tan sólo veo un árbol viejo y seco.
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