Más
allá de la corta mirada del ojo humano hay mucha vida. Maravillas ocultas que
sólo los microscopios pueden hacer florecer. Es el caso de este embrión
fluorescente de tortuga, que, con sólo tres centímetros de largo y esos colores
tan sicoldélicos, ha sido la foto ganadora del concurso anual Nikon´s Small
World.
La
técnica de microfotógrafa Teresa Kugler son las autoras.
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