No
me pidas que recuerde,
no
trates de hacerme comprender,
déjame
descansar.
Hazme
saber que estás conmigo,
abraza
mi cuello y toma mi mano.
Estoy
triste, enfermo y perdido,
todo
lo que sé,
es
que te necesito.
No
pierdas la paciencia conmigo,
no
me juzgues, no me grites y no llores por favor.
No
puedo hacer nada con lo que me ocurre,
aún
si trato de ser diferente, no lo logro.
Recuerda
que te necesito.
Que
lo mejor de mí, ya partió y no regresará jamás.
No
me abandones, quédate a mi lado, como yo siempre estuve contigo cuando fuiste
niño.
Ámame
y cuídame, hasta mi último aliento de vida.
Que
en la distancia, siempre seré tu ángel guardián, porque te amo y siempre serás
el ser más importante en mi vida.
Anónimo
No hay comentarios:
Publicar un comentario