Cuándo
es difícil hablar, cuándo es difícil pronunciar, cuándo es difícil escuchar,
cuando es difícil oír, cuándo es difícil leer, cuándo es difícil narrar,
entonces y sólo entonces, nos queda el pensar.
Pensar
"el por qué", "qué nos ha llevado a esa situación",
"cómo podemos salir", cómo podemos recuperar nuestro estado
natural".
Cuándo
pensemos, nos centraremos en todo ello sin distinción, pues de ahí saldrá la
posible o posibles soluciones. No nos ahoguemos pensando en el problema, pues
nada lograremos. Centrémonos en buscar esa posible solución. No dudes qué está
ahí. Sólo hace falta dar con ella.
Si
eres de los que no te amilanas ante los retos, te será fácil afrontar éste; en
cambio, si eres de los que todo te puede, entonces, sólo tienes que pensar que
la solución te sacará de ese atolladero.
Todo
puede ser fácil o difícil, dependiendo de nuestro estado de ánimo.
Por
ello, desde aquí te ánimo a que sigas adelante. No pares. La vida te está
esperando. Disfrútala.
bayekas
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