La
noche escribe una carta (06.03.2020)
La
noche es silencio, es parte de la oscuridad, podemos poner que es parte de complacencia.
Nos invita a retraernos a nuestro interior para ver el ser que somos, con ello
nos está indicando que nos escribe una carta de sabiduría.
Nos
comienza diciendo,
Eres
tú el que observo con toda complacencia, ese ser interior lleno de paz y
armonía, que ha aprendido a ser y obrar de una manera sabía y noble.
Eres
como pocos, que se dan a los demás, comparten su entender y su hacer. El
conocimiento y el saber se pueden adquirir mediante el estudio de la sabiduría,
esa a veces, nos la da Madre Naturaleza al nacer y según vamos creciendo, ella —la
sabiduría— lo va haciendo con nosotros.
Somos
en la noche y en el día, almas contemplativas, que con el pasar del tiempo van
llenando su alma, de un conocimiento más allá de todas luces, demás, de la
energía que da la paz tanto interior como exterior.
Cómo
bien se sabe, somos aquello que vivimos y hacemos, en ello estriba la esencia
de nuestro eterno ser, pues cuando nuestro cuerpo yace en la tierra para dar
con su materia, es un abono para una nueva vida, ya todo es vida en el planeta
Tierra.
Hacemos
con el pasar del tiempo lo que al final de nuestra vida seremos, esa será nuestra
hora, ésta comienza en decadencia desde el día en el que nacemos. Es así cómo
está escrito en la propia naturaleza. Todo ser vivo tiene su final con el pasar
del tiempo, pero mientras, nos vamos engrandeciendo con nuestra sabiduría de la
que se nos ha dotado y el conocimiento que hemos adquirido, que a su vez, vamos
compartiendo con los demás.
Somos
materia, también riqueza, que será aprovechada por nuestra Madre Naturaleza.
Ella nos la dio, y a Ella, con el pasar del tiempo retornará.
Así
es como la noche nos escribe su carta con esa inmensa sabiduría que solo ella —la
noche— tiene. Somos conscientes de ello y, es por ello, que mientras vivimos no
nos cansamos de escuchar su gran talento por medio de las cartas que la noche
nos manda, nos ofrece.
Se
ha dicho y se mantiene que, somos afortunados por el trato y el cariño que nos
dispensa. Es hora de repartir esa sabiduría que tenemos y que nosotros la
convertimos en conocimiento para que todos se aprovechen del mismo.
Hoy,
en este tiempo nocturno, me he parado a releer todas aquellas cartas que la
noche me ha escrito. Es el momento deleitarme con su hermosa prosa.
Gracias
Noche, por tus letras escritas llenas de vida y esperanza.
bayekas
No hay comentarios:
Publicar un comentario