El
Kraken - La Biblioteca Fosca 5 mayo 2008
Los
niños del pueblo eran unos ignorantes. Habían descubierto un pulpo
atrapado en la gruta de Saint Sulpice y creían que era un monstruo devorador.
atrapado en la gruta de Saint Sulpice y creían que era un monstruo devorador.
El
animal había entrado en la cavidad buscando refugio durante una tormenta y se
había atiborrado de cangrejos durante días y días. Había crecido tanto con
aquel festín que, al final, no podía atravesar de nuevo la abertura que daba al
mar. Aun así, no le faltaba alimento: además de las criaturas marinas que
entraban en sus dominios, también podía devorar las ofrendas —pajarillos,
ardillas y gatitos— que los niños arrojaban a la gruta por una claraboya
natural en el techo de la gruta.
Un
día, uno de los niños resbaló al interior de la gruta y, antes de que pudiera
volver a escalar hasta afuera, el pulpo le agarró con sus tentáculos. Sus
compañeros no se lanzaron a ayudarle, pues era demasiado grande para que el
pulpo lo devorara de inmediato. Efectivamente, el animal tardó horas en acabar
con su presa, aunque pronto fue demasiado tarde para que le ayudasen.
Ahora
los niños ya no son unos ignorantes; el habitante de la gruta sí que es un
monstruo devorador. Han decidido llamarle kraken, y componer alguna canción
adecuada por si algún otro niño resbala por el agujero de las ofrendas.
Juan
Ángel Laguna Edroso
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