Es
la verdad, no podemos ocultarla, cada vez que lo intentamos, apretamos
más los eslabones de la cadena que nos esclavizan en esta libertad incierta que nos hemos blindado alrededor nuestro en una sociedad opaca y llena de perjuicios y mentiras.
más los eslabones de la cadena que nos esclavizan en esta libertad incierta que nos hemos blindado alrededor nuestro en una sociedad opaca y llena de perjuicios y mentiras.
Con
todo esto, nos vienen diciendo: "nada es lo que parece, y lo que parece es
todo incierto. Entretanto, nuestra obtusa mente nos demuestra en todo momento
la lentitud a la que obramos al pensar, de ahí, que nos agarremos a los
estereotipos que nos marcan los demás, y que nosotros continuamos repitiendo
reiteradamente en las redes sociales como si fueran ideas y pensamientos
nuestros.
Actuando
así, nuestra mente se anquilosa y vuelve más lerda en el obrar, de esta manera
se van agregando más eslabones a la consideración de libertad, cuando sólo
entraña ataduras de las que no queremos desprendernos, pues con todo ello,
veríamos la realidad de lo que somos y hacemos.
No
queremos abrir los ojos, pero eso nos obliga a oír; sí a oír, el ruido que hace
las cadenas que voluntariamente nos atan a la creencia de que somos libres con
pensamientos puro y propios, creándonos una vida en la que la verdad que nos
viste, son sólo trajes hechos con trozos y parches de mentiras ajenas y otras
propias, con lo que nos convertimos en esclavos sin saberlo, por eso es que, el
ser supremo salve al prójimo, pues a nosotros no nos salva ni el descubrimiento
de una vacuna a la que llamen libertad.
bayekas
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