La
Momia - La Biblioteca Fosca 28 febrero 2008
—No
le mentiré —dijo el doctor—. Es grave.
La
mujer ahogó un sollozo.
—La
piel de prácticamente cada centímetro de su cuerpo se ha desprendido, el dolor
que sufre bajo los vendajes que cubren su cuerpo de pies a cabeza debe ser
horrible —continuó el doctor—. Sea lo que sea, ha debido de afectar a sus
cuerdas vocales, y quizá incluso a su cordura, pues sólo logra comunicarse
mediante sonidos guturales y aullidos. Le hemos administrado algunos sedantes,
pero no surten efecto.
—¿Qué
podemos hacer? —preguntó la mujer.
—Si
quiere mi opinión, lo mejor sería meterlo de nuevo en el sarcófago y devolverlo
a su pirámide.
Santiago
Eximeno
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