En
este poema, Vitale repasa los fueros de la existencia de la mujer,
transida por los hilos de una historia que abre una libertad incipiente para que la mujer sea, simplemente, humana.
transida por los hilos de una historia que abre una libertad incipiente para que la mujer sea, simplemente, humana.
Por
años, disfrutar del error
y
de su enmienda,
haber
podido hablar, caminar libre,
no
existir mutilada,
no
entrar o sí en iglesias,
leer,
oír la música querida,
ser
en la noche un ser como en el día.
No
ser casada en un negocio,
medida
en cabras,
sufrir
gobierno de parientes
o
legal lapidación.
No
desfilar ya nunca
y
no admitir palabras
que
pongan en la sangre
limaduras
de hierro.
Descubrir
por ti misma
otro
ser no previsto
en
el puente de la mirada.
Ser
humano y mujer, ni más ni menos.
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