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miércoles, 1 de abril de 2020

Paco el Pocero (01.04.2020)

Paco el Pocero (01.04.2020)
Los monólogos de El Intermedio - El Gran Wyoming
Grandes aportaciones de España al mundo: La Corrupción
De todos los presuntos corruptos de este país, mi favorito es Paco el Pocero. El Pocero saltó a la fama cuando la Fiscalía Anticorrupción decidió investigar la gran urbanización que estaba levantando en Sesena, que, para quien no le conozca, es un bonito pueblo de la provincia de Toledo. Desértico, eso sí, pero muy coqueto. Pues allí ha construido Paco 13.500 casas. Todas preciosas, primeras calidades, con zona deportiva, piscina y campos de golf. Solo tienen un problema: a día de hoy (*) no tienen asegurado el suministro de agua. ¡¿Y qué?! Para lo que nos duchamos los españoles. Además, Paco es un visionario y habrá dicho: "Aquí que no hay agua voy a hacer ocho campos de golf; verás cómo el agua acude a la llamada del green."

Un perito calculó que Paco el Pocero iba a ganar 1.237 millones con la urbanización de Seseña. Un dinero que habrá que sumar en su día a lo ya aganado anteriormente. Y os preguntaréis: ¿qué se hace con tanto dinero? Pues lo típico: comprar un jet. Paco ya tiene veinticinco. ¡Veinticinco! Pobrecito, la cantidad de rimas que habrá tenido que oír. Estará deseando que lleguen las rebajas para comprarse el 26. Y sabiendo lo que le gusta ostentar a esta gente, me juego el cuello a que llega y dice: "Vengo a por otro jet. Deme el más grande que haiga".

Paco el Pocero conduce muchos coches, pero su favorito es un Mercedes Maybach, que cuesta 70 millones de pesetas. Eso sí, la casa le regala las alfombrillas. Es un coche tan caro, exclusivo y sofisticado que solo lo tienen cuatro personas en España. Buenos, tres; yo he vendido el mío. Peo todo presunto corrupto lleva dentro un presunto hortera. Estoy seguro de que tiene un coche de 70 kilos y lleva chalecos reflectantes puestos en los asientos.

También tiene un barquito. Nada, un yate de lujo que tiene 50 metros de eslora. Es tan grande que podría meter dentro una cancha de baloncesto... si no fuera porque ya tiene campo de fútbol.

Amigos, ¿no es digno de admiración este hombre? Empezó abriendo alcantarillas, casi no sabe leer ni escribir, y ahora tiene veinticinco jets privados. Algunos incluso pensaréis: ¡Que la hacen un monumento! Pues algo así debió de pensar Zaplana, porque le concedió la medalla al Mérito del Trabajo. Claro que sabiendo que el exministro en sus tiempos de concejal dijo aquellos de "Yo estoy en la política para forrarme, lo entiendo perfectamente: se la dio por admiración.

(*) Este libro se editó en el año 2007

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