Van
pasando los días. Miramos el calendario y nos cerciorarnos de que es así,
día tras día hemos ido venciendo al virus. Día tras día hemos sido conscientes de los datos que aparecían y aparecen en los medios televisivos.
día tras día hemos ido venciendo al virus. Día tras día hemos sido conscientes de los datos que aparecían y aparecen en los medios televisivos.
Por
todo lo anterior, damos gracias a todos voluntarios y a todas las voluntarias que
se han involucrado y lo siguen haciendo, a pensar del peligro que diariamente y
en todo momento están pasando. Conocemos por los medios, todo lo citado
anteriormente, que muchas personas han dado su vida para que otras sigan
disfrutando de ésta. Por muy agradecidos que estemos a estos seres, nunca será
lo suficiente, pero creo, y es mi opinión, que estas personas estarán siempre
presentes en todos los días venideros que llegarán y/o están por llegar, cada
vez que se pronuncie el verdadero enemigo de esta guerra que estamos librando
contra la pandemia que nos está azotando, destrozando, cobrándose vidas.
Somos
conocedores de que debemos cumplir las normas que nos están marcando
circunstancialmente, siempre ha habido, hay y habrá imprudentes que dirán que
con ellos todo esto no va. Es una lástima, pero esas personas han existido,
existen y existirán hasta el final de los días, porque no saben vivir en
sociedad, vivir en la sociedad y para la convivencia exige y marca unas normas
que se han de respetar para un bien común. De ahí que los que no cumple con los
preceptos redactados para el sostenimiento del bien común, se haya dicho, se
diga y se seguirá diciendo que, "¡los gilipollas no tiene cura!"
Los
últimos datos confirman que, —este barco llamado— España, está navegando en una
dirección que nos llevará a buen puerto con el máximo de la tripulación sana.
Hablar
de política en estos momentos en el que este virus se está cobrando víctimas,
no es que sea inapropiado, es no es inteligente, ni viene a cuento, pues todos
debemos de remar en la misma dirección para salir de esta crisis en la que
estamos involucrados todos y todas sin ninguna excepción, repetimos, nadie está
exento de ello.
Lo
dicho, antes de hablar o criticar, pensemos, meditemos en los pros y los
contras de cada punto, saquemos conclusiones usando el cerebro y no la boca
solo para repetir lo que otros nos dicen, usando su partidismo político. En
esta guerra, la política no tiene cabida, sólo la razón y la inteligencia.
Antes
de nada, pensemos, pensemos, si no estamos conformes, volvemos a pensar, pero
siempre desde nuestra propia perspectiva que nos dar el ser seres inteligentes,
porque pensamos por nosotros mismos, no por la que nos dicen o indican los
demás, de ahí que el ser humano tenga seso.
Cada
una de las personas que poblamos este mundo, somos complejos, porque usamos el
cerebro, no dejes que te lo carcoma por la política. Hoy y mañana, mientras
todo esto no termine, la política no tiene cabida.
Un
saludo, y lo dicho, piensa, piensa.
bayekas
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